viernes, 26 de diciembre de 2008

El Inicio de la expedición:

El domingo 2 de octubre se inició la expedición ESPER 2008, cuya finalidad es la de realizar el inventario de las esponjas marinas del litoral sur del Perú, así como las del Lago Titicaca.Como se hizo en la expedición ESPER 2007, este año se ha invitado a 6 alumnos a participar en la expedición, con la seguridad de que los conocimientos de campo adquiridos les servirán para su desarrollo profesional. Esperamos que algunos de ellos se animen a especializarse en el estudio de las esponjas, un gran campo por desarrollarse en el Perú.

Parte del equipo que está participando en ESPER 2008, momentos antes de iniciarse la expedicion a bordo de la camioneta Mahindra que será puesta a prueba en este viaje.

Localidades de investigación proyectadas:

El Viaje:

El primero de noviembre, con la ayuda de Karem, Nelly y Manuel (3 de los 6 alumnos que nos acompañarán), iniciamos el embalaje para lograr acomodar 500 kg de equipos de buceo y laboratorio en nuestra camioneta.El 2 de noviembre iniciamos el largo recorrido por las costas del litoral sur y el tan esperado viaje al Titicaca. Solo Philippe y yo emprendemos el viaje hasta Ilo, donde encontraremos a Marco (Samuel) Ríos de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa.El viaje por la costa sur no debe de ser muy diferente a un viaje por tierra en la superficie de Marte o la Luna. Recorrer los desiertos más áridos del mundo no es poca cosa. A pesar de conocer la ruta, no dejo de fascinarme con los paisajes agrestes del desierto, navegando en arena y espejismos.

El desierto se vuelve fascinante a partir de Ica con sus gigantescas dunas, esculturas cambiantes moldeadas por los caprichos del viento. Nazca es siempre un misterio. Es imposible atravesar las pampas sin un sentimiento de incertidumbre y fascinación por lo que los hombres trazaron sobre el desierto. Desde la Panamericana no se ve nada, pero el mirador construido a las orilla de esta apenas nos hace ver una fracción de esta obra de arte diseñada para los dioses. Philippe está encantado de estar en un lugar icono de los misterios antiguos y no puede evitar comprar piedras talladas con las figuras Nazca, aunque sabe que tendrá que pagar caro el flete a Bruselas (considerar el equipo de buceo y fotografía que trae y, seguro que si, la gran cantidad de cachivaches que irá recogiendo y comprando durante el viaje).Al llegar al departamento de Arequipa el desierto se vuelve extraordinario. Realmente se siente El desierto. La carretera nos lleva junto al mar y por momento se adentra en el desierto.

El viento roba agresivamente la arena del mar y la arrastra a empellones formando dunas que caminan sobre la carretera para perderse en la profundidad del desierto.

En zonas más altas se forman pampas inertes que parecen interminables y, cuando uno menos se lo espera, aparece ante nuestros ojos profundos valles llenos de verdor y vida, reales oasis del desierto alimentados en esta época por lánguidos ríos que se arrastran desde los andes. Esos ríos son el habitad de los más deliciosos camarones que uno puede desear.

A Phillippe le dije: “aguantemos el hambre, tenemos que llegar a Ocoña para que pruebes un chupe de camarones” (supongo él escribirá luego sus comentarios). Sin saber donde parar, escogimos al azar un pequeño restauran que se veía bien cuidado, el “ “, El chupe especial costaba 20 soles…, conociendo como se sirve la comida en el Perú, le dije a Philippe “pidamos un plato repartido para dos”, gran decisión, nos trajeron 2 platos (10 soles cada uno) con más de un cuarto de kilo de camarones cada uno!!, lo terminamos a las justas… simplemente exquisito!!.Luego de dormir en Camaná, continuamos viaje por la carretera que, a partir de aquí, sube rápidamente a más de 1000 msnm a través de cañones y montañas de lava volcánica y cenizas hasta las pampas multicolores que se extienden hasta las faldas de los volcanes arequipeños. La autopista se transforma en líneas rectas interminables que se pierden en el horizonte. La planicie volcánica se transforma en superficie marciana en la pampa de La Joya, profundamente roja, estéril y desolada… y por que no, bella.

Luego la carretera nos lleva en picada por quebradas que serían la delicia de los geólogos pues se ven afloramientos de todo tipo de rocas que tiñen el paisaje de todos los colores que la tierra puede tener.

Pasamos por el magnifico valle de Moquegua y no paramos hasta llegar a nuestro primer punto de estudio: Ilo.

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